—Howard, ¿alguna vez has tenido poder sobre un ser humano?
—No. Y no lo aceptaría si se me ofreciese.
—No me lo creo.
—Me lo ofrecieron una vez, Gail. Y lo rechacé.
Wynand lo miró con curiosidad: era la primera vez que notaba un esfuerzo en la voz de Roark.
—¿Por qué?
—Tenía que hacerlo.
—¿Por respeto al hombre?
—Era una mujer.
—¡Pobre idiota! ¿Por respeto a una mujer?
—Por respeto a mí mismo.
—No esperes que lo entienda. No podemos ser más contrarios.
- Ayn Rand. El Manantial (1943).
9/15/2024, 6:00:10 PM - 4 months ago.