Así como la satisfacción de los deseos irracionales de los demás no es un criterio de valor moral, tampoco lo es la satisfacción de los deseos irracionales de uno mismo. La moralidad no es una competencia de caprichos.

- Ayn Rand. La virtud del egoísmo (1964).


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9/18/2024, 6:00:10 PM  -  17 days ago.

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