Sea que las intenciones de sus vecinos sean buenas o malas, que sus juicios sean racionales o irracionales, que estén motivados por un sentido de justicia o por ignorancia, por prejuicio o por malicia, el uso de la fuerza contra un hombre no puede quedar librado a la decisión arbitraria de otro.

- Ayn Rand. La virtud del egoísmo (1964).


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7/7/2024, 6:00:10 PM  -  3 months ago.

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