Todos hemos tenido que enfrentarnos con esas personas exasperantes que no escuchan lo que decimos, sino las vibraciones emocionales de nuestra voz, traduciéndolas ansiosamente en aprobación o desaprobación, para luego responder en consecuencia.

Este es un tipo de argumento por intimidación autoimpuesto, al cual el metafísico social se rinde en la mayoría de sus encuentros con otras personas.

Y en consecuencia, cuando se enfrenta a un adversario, cuando se desafían sus premisas, recurre automáticamente al arma que más lo aterroriza: la retirada ante una sanción moral.

- Ayn Rand. La virtud del egoísmo (1964).


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12/9/2023, 5:00:04 PM  -  10 months ago.

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