Pero como prueba del hecho de que la causa del tribalismo es más profunda que la política, hay tribalistas aún más alejados de la realidad, que alegan ser derechistas. Ellos son paladines del individualismo, dicen, y lo definen como el derecho a formar su propia pandilla y a usar la fuerza física contra otros; y tienen intención de preservar el capitalismo, dicen, sustituyéndolo por el anarquismo (estableciendo gobiernos «privados» o «competidores», o sea, el gobierno tribal). El común denominador de tales individualistas es el deseo de escapar de la objetividad (la objetividad requiere una larguísima cadena conceptual, y principios muy abstractos), para actuar por capricho y para tratar con hombres en vez de con ideas: o sea, con los hombres de su propia pandilla, limitados por los mismos concretos. La distancia a la que esos derechistas están de la realidad puede ser medida por el hecho de que ellos son incapaces de reconocer los ejemplos reales de sus ideales en la práctica. Uno de esos ejemplos es la mafia. La mafia (o la «familia») es un «gobierno privado», con súbditos que deciden unirse a él voluntariamente, con un conjunto rígido de reglas implementadas de forma rígida, eficiente y sangrienta; es un «gobierno» que asume la tarea de protegerte de los «extraños» y de hacer cumplir tus intereses inmediatos..., al precio de que tú vendas tu alma, es decir, de tu obediencia total a cualquier «favor» que ese gobierno pueda exigir. Otro ejemplo de un «gobierno» sin soberanía territorial es el que ofrecen los guerrilleros palestinos quienes no tienen un país propio pero perpetran ataques terroristas y matanzas de «extraños» en cualquier lugar del mundo.

- Ayn Rand. Filosofía: quién la necesita (1982).


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6/20/2024, 6:00:09 PM  -  3 months ago.

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