—Al hombre se le han ofrecido el bien y el mal como dos polos opuestos: el egoísmo y el altruismo. El egoísmo se ha interpretado como el sacrificio de los demás al yo, y el altruismo, como el sacrificio del yo a los demás. Esto ató al hombre a los demás de forma irrevocable, y no le dejó más opción que elegir su dolor: su propio dolor sufrido por el bien de los demás o el dolor infligido a los demás por el bien del yo. Cuando se añadió que el hombre debía disfrutar la inmolación, se cerró la trampa. El hombre fue obligado a aceptar como ideal el masoquismo, con la amenaza de que el sadismo era su única alternativa. Éste fue el mayor fraude jamás perpetrado a la humanidad.

- Ayn Rand. El Manantial (1943).


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12/30/2024, 5:00:15 PM  -  7 days ago.

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