Y cuando se habla del derecho de un hombre de existir por su propio beneficio, por su propio interés racional, la mayoría de la gente asume automáticamente que esto significa que tiene derecho a sacrificar a los demás. Tal suposición es una confesión de su propia creencia de que el interés personal del ser humano es perjudicar, esclavizar, robar o asesinar a otros, y que él debe renunciar a hacerlo en forma desinteresada. La idea de que el interés personal del hombre solo puede satisfacerse a través de una relación sin sacrificios con los demás nunca se les ocurrió a estos humanitarios apóstoles del desinterés, que proclaman continuamente su deseo de lograr la hermandad entre los hombres.

- Ayn Rand. La virtud del egoísmo (1964).


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1/22/2024, 5:00:07 PM  -  8 months ago.

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